Por aquellos entonces, el General Andrés de Santa Cruz que hasta hace poco había luchado en filas realistas, llegó a compartir las ideas libertarias de San Martín y fue enviado a engrosar las tropas de Sucre, iniciando su marcha hacia el Alto Perú, por otro lado los españoles estaban divididos en dos corrientes: unos seguían la corriente absolutista, posición que enarbolaba Pedro Antonio de Olañeta, y otros que seguian la monarquía constitucional, posición que defendía el General José de La Serna; Olañeta, fiel al Rey de España, Fernando VII, no reconocía al Virrey La Serna como autoridad en las tierras americanas. En este contexto, el 22 de agosto de 1823, las tropas que comandaba el Virrey La Serna, las que comandaba el General Valdés, y las que comadaba desde Arequipa Carratalá, se encontraron en Pomata, para luego avanzar y practicar un reconocimiento al puente de Desaguadero, y todas estas tropas realistas se retiraron a Zepita.